viernes, 27 de julio de 2012

Lo que caperucita roja no sabía.




Alguien golpea la puerta.

- ¿Quién es?

- Abuelita, soy yo, tu nieta.

- Adelante, adelante.

La puerta se abre y entra en escena la niña por todo el mundo conocida como Caperucita Roja, llamada así por llevar siempre puesta una caperuza que absorbía todas las longitudes de onda de la luz excepto las que nosotros asociamos a dicho color.

- Nieta mía, ven y siéntate junto a mi cama.

La niña se sienta y mira a su supuesta abuela.

- Abuelita, ¡qué pabellones auriculares más grandes tienes!
- Para captar mejor las vibraciones sonoras que produces y redirigirlas hacia el interior de mi oído.

- Abuelita, ¡qué ojos más grandes tienes en relación a tu tamaño corporal!

- A más grandes son mayor es la agudeza visual, y así te veo mejor. Además, es curioso que me lo digas, porque existen estudios que indican que el tamaño relativo de los ojos en las distintas especies de mamíferos está correlacionado con la máxima velocidad que pueden alcanzar, lo cual también es lógico, porque aquellas que son capaces de correr grandes velocidades necesitan una mayor agudeza visual para poder esquivar obstáculos.

- ¡Y qué hocico más grande tienes!
- Pues mira, también tiene su explicación. Deberías saber primero que por cada julio de energía que usas para contraer los músculos, 3 julios se degradan a calor, de modo que al hacer un ejercicio físico interno, aumenta mucho la temperatura corporal, y en el caso de que aumente mucho la temperatura, se puede generar un golpe térmico.

- mmm- Caperucita flipa con la supuesta abuelita.

- Algunos mamíferos como los ungulados y los carnívoros, contamos con un sistema especial para enfriar la sangre que va al cerebro, y de este modo podemos hacer un mayor ejercicio físico sin que peligre nuestra vida por un golpe de calor. Concretamente, el truco consiste en que las arterias que van al cerebro atraviesan previamente, a contracorriente, un seno de sangre venosa fría, reduciendo así la temperatura de la sangre que va al cerebro.

- ¿Y de donde sale esa sangre venosa fría?

- La sangre venosa fría viene del hocico precisamente. El flujo de aire que entra por el hocico con la respiración, refresca las paredes de los conductos nasales, y con ello se enfría la sangre que irriga dichos conductos. Así que a mayor hocico, más sangre venosa se refresca durante la carrera.

- ¿Y para qué te sirve un sistema que prevenga a tu cerebro de un golpe térmico durante la carrera?

- ¡¡¡Para perseguirte mejor!!!





Bibliografía

Randall, D., Burggren, W y French, K. (2006). Eckert Animal Physiology. Mechanisms and Adaptations. 6ª Edition. W.H.Freeman and Company. N. York.

Amber N. Heard-Booth, E. Christopher Kirk. The Influence of Maximum Running Speed on Eye Size: A Test of Leuckart's Law in Mammals. The Anatomical Record: Advances in Integrative Anatomy and Evolutionary Biology, 2012; DOI: 10.1002/ar.22480

2 comentarios:

  1. Jajaja. ¡Buenísimo!

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  2. ¿Y se la comió?... En serio que bien está esta entrada, me gusta, una manera de aprender de forma divertida. Saludos

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