Polvos de mariposa.

“[…]Y me da pena recordar la mariposa
que atrapaste con tus manos y que no podía volar.
Y siempre hay cosas que cuando pierden su magia,
no vuelven a ser las mismas, no vuelven a ser igual.
Y aunque queramos hay cosas que no podemos
Como que tu mariposa de nuevo vuelva a volar.[…]”
“El vals de los bichos” de Fran Reca.

Se suele decir que cuando le tocas las alas a una mariposa, esta pierde su polvo “mágico” y deja de volar para siempre. Y es verdad que al tocar las alas de una mariposa nuestros dedos quedan impregnados de una especie de polvo, y tras esto es posible que la mariposa ya no puede volver a volar, pero como es lógico, esto no tiene nada que ver con polvos mágicos para volar.

Mariposas y polillas son un grupo de insectos que quedan reunidos en el orden Lepidopteros. Este término, lepidópteros, proviene del griego “lepis” y “pteron” que significan escama y ala respectivamente, y es que los lepidópteros poseen dos pares de alas membranosas cubiertas de pequeñas escamas coloreadas.

Con el movimiento de las alas, y los sucesivos roces, los lepidópteros van perdiendo algunas de esas escamas que cubren sus alas, lo que genera ese “polvillo” que pierden. Al tocar las alas de una mariposa, si no lo hacemos con cuidado, arrebatamos no solo las escamas que estaban sueltas sobre el ala, sino también escamas que estaban fijas en el ala, dejando el ala más vulnerable, e incluso provocando roturas en las alas, que imposibiliten, a la mariposa, volver a volar.

Otro mito relacionado con el polvo de las mariposas, es que pueden dejar ciego si caen en los ojos. Esta idea también es falsa. Si entran en contacto con el ojo, este reaccionará irritándose y lagrimeando como hace para expulsar cualquier otro cuerpo extraño.

P.D. : Si te interesan las mariposas y todo lo que tiene que ver con ellas no te pierdas B´fly Obsession.